El éxito educativo depende estrechamente de la aptitud para
manejar el lenguaje de ideas propio de la educación (Pierre Bourdieu)
A través del tiempo los seres humanos hemos tenido la necesidad de
comunicarnos es así como aparece el lenguaje, por medio del cual expresamos lo
que queremos decir a otras personas (sentimientos, ideas, conocimientos, etc.).
Utilizar el lenguaje correctamente implica un determinado grado de complejidad
sobre todo si tomamos en cuenta que el sistema del lenguaje es la gramática.
Tener conocimientos gramaticales nos lleva a la adquisición de saberes prácticos
que nos permiten organizar nuestro pensamiento y de esta manera poder expresar
nuestras ideas y producir e interpretar mensajes en una gran variedad de
situaciones comunicativas (Velázquez, 2007).
Martha Virginia Müller en su libro Técnicas de comunicación oral, establece
la diferencia entre expresión oral y comunicación; expresión, dice, es el hecho
de exteriorizar lo que uno piensa, siente o desea. La comunicación, por otra
parte, va más allá, supone que un emisor, empleando correctamente unas técnicas
de expresión adecuadas, transmita un mensaje claro, preciso y ordenado a uno o
varios receptores o destinatarios (Ponce, 2011).
La expresión oral es de gran importancia como estrategia de comunicación en
el contexto de la Pedagogía de la comunicación porque en la cotidianidad de
nuestras vidas es la que más se utiliza, en el artículo Pedagogía del Silencio
lo señala Francesc Torralba quien dice: “En nuestra cultura, la pedagogía ha
centrado su interés en la articulación de la palabra. En la escuela primaria, el
niño aprende el vocabulario fundamental para poder expresar sus experiencias…
( ) De una manera global podríamos decir que la pedagogía ha focalizado sus
esfuerzos en la construcción verbal del sentido” (Torralba, 2011). A través de
ella logramos comunicarnos sin estar presentes, como se hace notar en la
película “El discurso del Rey”, en donde para poder comunicar un gran discurso
dada la circunstancia en la que se encontraba el país, era necesario
transmitirlo de manera oral a la nación, el protagonista una persona que tenía
dificultades para poder establecer una comunicación oral, logra dominar esta
estrategia de comunicación y recibe un gran reconocimiento por lo que logra
trasmitir.
Ahora bien, la comunicación oral adquiere una gran sentido, si tomamos en
cuenta todos los componentes que la contienen, nuestra comunicación será mucho
más eficaz, sobre todo en ese proceso educativo que tanto necesitamos atender.
Muestra de ello es muy palpable en la película “El amor tiene dos caras” donde
la Maestra establece si bien la estrategia de una comunicación oral dentro de su
trabajo aúlico, toma en cuenta todos los elementos que la acompañan como:
contacto visual con sus alumnos, el contenido de su discurso esta
contextualizado dentro de la cotidianidad de los alumnos, interactúa con ellos,
lanza preguntas, escucha las respuestas, esta situación en contraposición del
Maestro de Matemáticas que también utiliza la expresión oral, sin embargo el
discurso va dirigido a él mismo, como le comenta la Maestra: “estás haciendo una
fiesta pero para ti mismo”. Da la espalda a los jóvenes, no percibe si lo
siguen o no, se entusiasma dentro de su propio contexto sin tomar en cuenta el
de los demás y es evidente que utiliza la forma de expresarse oral sin embargo
no comunica. Al respecto Freire en el video Pedagogía de la palabra comenta:
“Mi voz no tiene sentido sin la voz del otro”, “El punto de partida de la
educación está en el contexto cultural, político y social de los educandos”.
El éxito de la comunicación depende de que los mensajes sean comprendidos por
los participantes en la misma, así como también de desarrollar nuestra capacidad
de escuchar. Es preciso tener en cuenta que en la comunicación no basta
considerar sólo la información que se transmite, sino tener en cuenta lo que se
llama “información semánticamente significativa”, es decir, no la que parte del
emisor, sino aquella que “llega” al receptor la que “funciona”, la que influye
en el comportamiento del receptor, la que tiene sentido para él, de ahí que el
conocimiento de las características de los receptores es de suma importancia
para lograr una adecuada comunicación (Monarres, 2011).
Es en la escuela donde el alumno empieza a adquirir las herramientas
necesarias para poder expresarse de manera correcto a lo largo de su vida, ya
que estas le permitirán desarrollarse en el mundo actual.
La comunicación, es un proceso complejo y global del que la educación es solo
parte y el lenguaje verbal, uno de sus componentes, aunque quizás el más
significativo y eficaz para el ser humano. Dentro de la comunicación verbal, la
oral merece una atención especial en todas las instituciones educativas, ya sea
por la frecuencia de uso (siendo esta mayor que el de la escrita) como también
porque la tradicional falta de sistematización de los procesos y formalizaciones
de la enseñanza y el aprendizaje en este campo, exige un innovador esfuerzo en
cuanto al rigor metodológico para el diseño de materiales didácticos
específicos, así como para la concreción de los instrumentos de evaluación.
Siendo el proceso docente educativo el que prepara a los estudiantes para
insertarse en una sociedad democrática como la nuestra, cuyos principios se
sustentan en la participación activa, la tolerancia, el respeto para una
convivencia plural que reclama la práctica en la toma de la palabra, el diálogo
y la escucha.
En la enseñanza –aprendizaje hay que tener en cuenta la lengua actual,
permitiéndole al docente elevarse desde la realidad lingüística inmediata,
próxima, real que utiliza el alumno como usuario de la lengua, hasta los niveles
en que este perciba que la lengua puede convertirse en una gran obra de arte. La
enseñanza-aprendizaje se realiza como un diálogo real y fructífero, basado en la
convicción de que los hábitos verbales son modificables y por consiguiente,
mejorables.
Ese desempeño, materializado en sus comunicaciones orales nos obliga a que
desde el punto de vista didáctico establezcamos una distinción entre expresión y
comunicación indisolublemente ligadas, pero no en estatus de sinónimos. Si
pensamos en términos de expresión nos conduce a detenernos en “qué dice” y “como
lo dice” (correlación en la que tradicionalmente se ha centrado el interés en la
praxis de la expresión oral); por su parte pensar en términos de comunicación
incorpora el “porqué” y “para qué” lo que condiciona el tratamiento de
“intenciones” y “finalidades” comunicativas adecuadas a diferentes tipos de
textos.
La importancia del diálogo en una educación individualizada e integral, ya
que en dicha educación, el principio pedagógico del aprendizaje es la acción, la
cual debe considerarse para diseñar actividades que ayuden a los alumnos a
aprender a interpretar y comprender cabalmente los mensajes para así lograr una
mejor comunicación oral.
El diálogo es un tipo de discurso idóneo que puede ser aprovechado en aulas
obladas o no donde se desarrollen las asignaturas de formación básica y de la
especialidad para realizar intercambios constantes entre los estudiantes. Los
docentes están en constante diálogo con los alumnos desde que llegan al aula y
saludan, preguntan sobre un tema, revisan un ejercicio escrito u organizan un
trabajo investigativo; en todo momento, por cualquier circunstancia, se origina
un diálogo y quizás, no siempre son aprovechadas las oportunidades para afianzar
destrezas específicas. Por lo que es necesario destacar la importancia del uso
del diálogo con fines curriculares, pues, más que el intercambio entre dos
personas, persigue un objetivo didáctico que consiste en trabajarlo no sólo como
tipo de discurso, sino como técnica esencial para potenciar el habla. Se puede
referir que el análisis de la comunicación por medio del lenguaje oral requiere
tener en cuenta elementos relativos a la producción del habla los cuales
intervienen en la determinación de la efectividad de la comunicación (Soca y
Gancedo, 2010).
La expresión oral se observan en los estudiantes tanto en su competencia para
comunicar sus ideas oralmente con seguridad, precisión y propiedad, como para
escuchar con atención, respetar y tener en cuenta los argumentos y las opiniones
de sus interlocutores y, de este modo, participar en el proceso de construcción
del conocimiento a través del diálogo vivo con diferentes formas de pensar. No
obstante, a pesar del papel fundamental que tiene la oralidad en la educación
superior, son escasas las instituciones que ofrecen estrategias explícitas para
la formación de la expresión oral de los estudiantes, una competencia que
resulta crucial no sólo para sus estudios, sino también para el ejercicio
profesional y para participar activamente en la construcción de lo social (Peña,
2008).
Formas de la expresión oral:
Ø Espontánea
Ø Reflexiva
Nos expresamos oralmente, de forma espontánea, para llamar la atención de
quiénes nos rodea; narrar lo que nos ha ocurrido, expresar nuestros
sentimientos, deseos estados de ánimo o problemas, argumentar nuestras opiniones
o manifestar nuestros puntos de vista sobre los más diversos temas: La expresión
espontánea por excelencia es la conversación, que utilizamos en las situaciones
cotidianas de la vida. Cuando exponemos de forma reflexiva algún tema lo hacemos
generalmente, aunque no siempre de forma objetiva, tras haberlo pensado y
analizado detenidamente. Utilizamos esta modalidad expresiva en los discursos
académicos, conferencias, charlas, etc. y algunos programas de los medios de
comunicación.
Expresión oral espontánea
La principal finalidad de la expresión oral espontánea es la de favorecer el
rápido intercambio de ideas entre las personas, pero puede tener otras. La
persona que habla es el centro del discurso coloquial, dirigido a un “tú” que
escucha. A su vez el “tú” se convierte en “yo” cuando le contesta.
La estructura del discurso es generalmente abierta, ya que el texto se
elabora en el momento mismo en el que se habla. El emisor puede variar su
discurso, puede alargarlo a acortarlo en función de la reacción que causa en el
que lo escucha.
La expresión oral por lo general es dinámica, expresiva innovadora. Cobra en
ella gran importancia el acento el tono y la intensidad dados a cada palabra o
frase, porque atraen o refuerzan la atención del oyente. La modulación de la
voz, los gestos los movimientos de nuestro rostro y cuerpo, ayuden a comprender
el verdadero significado del discurso; también influyen la intensión y el estado
de ánimo de quién habla. En la expresión oral se reflejan las variedades
lingüísticas geográficas, sociales y de estilo, que ponen de manifiesto la
procedencia y la cultura de quién se está expresando.
Al estar el discurso poco elaborado, en la expresión oral son frecuentes:
Ø Las interrupciones momentáneas, repeticiones, incoherencia y
divagaciones.
Ø Las palabras comodín.
Ø Las muletillas.
Ø Las
locuciones (grupos de palabras), los refranes o frases hechas.
Ø Las
expresiones interrogativas y exclamativas.
Ø Las incorrecciones
lingüísticas.
Ø Los errores de concordancia.
Ø Las frases sin
terminar.
Ø Las metáforas coloquiales.
Ø Los sufijos diminutivos o
aumentativos.
Ø Las intensificaciones.
Ø Las fórmulas de apertura o cierre
de la conversación.
Ø Las fórmulas expresivas para mostrar conformidad,
desacuerdo, enfado.
La expresión reflexiva
La función es la de atraer, conversar o persuadir al oyente, La estructura
del texto y la propia construcción sintáctica están más elaborados en la
expresión oral espontánea. El vocabulario es más amplio, escogido y variado. El
registro lingüístico tiende a ser culto.
Cuando se conversa se está entablando un diálogo, la forma de comunicación
más directa en el que uno habla y otro responde, rebatiendo, refirmando o
completando los planteamientos que se presentan. Es además un método ideal par a
conocer a los demás e intentar solucionar problemas.Quizás en el mundo actual se
echa en falta algo más de diálogo.
El diálogo, forma bipersonal básica de comunicación humana, es usado a diario
y de forma espontánea durante de la clase, favoreciendo con su uso la
socialización y el desarrollo de pautas de convivencia, así como también puede
despertar interés por la transmisión oral.
Por todos resulta conocida la importancia del diálogo en una educación
individualizada e integral, ya que en dicha educación, el principio pedagógico
del aprendizaje es la acción, la cual ha de tenerse en cuenta para diseñar
actividades que ayuden a los alumnos a aprender a interpretar y comprender
cabalmente los mensajes para así lograr una mejor comunicación oral. Analizar y
organizar las ideas antes de comunicarlas, utilizar un lenguaje sencillo,
directo, teniendo en cuenta el nivel del interlocutor, explicar o repetir, ser
paciente para escuchar a los demás, verificar si fue captado el mensaje, cuidar
la voz, la dicción, escogiendo un ritmo adecuado para hablar, son a modo de
conclusión algunas recomendaciones que se deben tener en cuenta para favorecer
la comunicación oral.
Según Wijgh, la competencia lingüística es la habilidad de producir e
interpretar expresiones significativas, formadas por las reglas adecuadas de la
lengua. La competencia funcional sería la habilidad de elegir y utilizar las
funciones comunicativas adecuadas. En lo que es la competencia estratégica se
refiere a la aplicación de estrategias discursivas que son necesarias para un
desarrollo apropiado de una conversación, incluidas las estrategias
compensatorias.
La expresión oral como estrategias de aprendizaje:
¿Qué es lo que se entiende por estrategias de
aprendizaje?
La literatura ofrece diversos modelos o clasificaciones de éstas a la vez
que se proponen diferentes definiciones desde distintos enfoques. Chamot &
O’Malley (1990: 1), por ejemplo, definen las
estrategias como pensamientos especiales, o comportamientos
que ayudan a los individuos a comprender, aprender o retener información
nueva. Aplican la división clásica de estrategias metacognitivas,
cognitivas y socioafectivas. Por estrategias metacognitivas entienden las
habilidades de ejecución de orden mayor. Esto implica pensar sobre el proceso de
aprendizaje, la planificación para el aprendizaje, el monitoreo de la
comprensión o producción cuando se haya completado. Las estrategias
cognitivas son las que se dirigen directamente sobre la información nueva,
manipulándola de tal manera que se estimule el aprendizaje. Son las que
están más directamente relacionadas con las tareas de aprendizaje individual y
que implican una directa manipulación o transformación de los materiales de
aprendizaje. Finalmente, las estrategias socioafectivas son un grupo
extenso porque implican una interacción con otra persona. Son estrategias de
aprendizaje cooperativas, que implican una interacción entre los interlocutores
para alcanzar un objetivo de aprendizaje común y hacer preguntas para obtener
explicaciones (Chamot & O’Malley, 1990: 8, 45).
El nivel de concienciación de la aplicación de una estrategia determinada se
ve más claramente en la definición de Cohén (1990: 5), quien acentúa el aspecto
intencional involucrado en las estrategias de aprendizaje. Afirma que se trata
de una estrategia cuando el alumno conscientemente elige utilizarla, en otro
caso se trata de un proceso. El elemento de elección es tan importante porque le
da el carácter especial a las estrategias de aprendizaje.
Skehan (1998: 27), por otro lado, habla de estrategias de comunicación y
estrategias de aprendizaje. Define las estrategias de comunicación como
soluciones a problemas de comunicación inmediatos, y las estrategias de
aprendizaje como actividades del aprendiz con la intención de dirigir un
desarrollo a largo plazo. Sin embargo, con esto no descarta que las
estrategias de comunicación, que son de naturaleza inmediata y no de uso a largo
plazo, no puedan funcionar aportando al proceso de aprendizaje.
Cuando los alumnos utilizan repetidamente las estrategias de
comunicación, éstas apoyan el proceso de aprendizaje. En esta
línea también se encuentra el enfoque de Stern (1983: 411) que habla de
estrategias comunicativas que desarrollan y/o utilizan los
interlocutores, o bien técnicas que desarrollan los alumnos para manejar
problemas que surgen a la hora de comunicarse en una lengua extranjera que no
dominan del todo.
Bibliografía Consultada:
Torralba, F. Pedagogía del Silencio. CECYTES Documento que
forma parte de los documentos de apoyo del Diplomado Superior de Formación de
Tutores, para el acompañamiento en EMS. Módulo II